miércoles, 11 de noviembre de 2009

Celos entre hermanos

Celos entre hermanos
• Causas
• Como se manifiestan
• Pautas
• Corrección
• Conclusiones

El sentir celos es una situación natural, que tiende a surgir por sí misma. Los celos infantiles son uno de los problemas más antiguos de la humanidad. No hay que provocarlos. Los celos entre hermanos son un fenómeno natural consecuencia de la rivalidad que se establece entre ellos. ;Se les debe prestar atención cuando alteren la convivencia y sean persistentes.


La rivalidad está potenciada por:

La necesidad de atraer la atención de los padres o de tener más atención que otro u otros hermanos.


La comparación con el hermano y la necesidad de sentirse superior al otro.


El deseo de conseguir más cosas o privilegios que el hermano.

Los padres no pueden evitar los celos de sus hijos, ;ya que éstos dependen directamente de la propia capacidad de tolerancia y compresión de cada niño, de su !manera de ser!.


Lo que si pueden hacer es potenciar una relación sana entre hermanos y reducir discusiones hasta un nivel aceptable.


LAS CAUSAS


Surgen en un afán por tratar de conservar de manera exclusiva todo el afecto de uno o ambos progenitores. El niño quiere todo el afecto para él y no quiere compartirlo con nadie.

Cuando llega un nuevo integrante a la familia, el niño se siente !destronado! por este !intruso! que entra en su casa. Comienza a ver que se le da menos atención y cuidados que antes, que su mamá ya no tiene tanto tiempo para jugar ni estar con él, porque está más ocupada con el bebé o está cansada.

Otra causa importante se produce cuando los niños son más grandes y perciben en los padres ciertos favoritismos hacia algún hermano. Se relacionan mejor con él, hay mayor contacto y en esto influye el carácter que el niño tenga.

Cuando el niño no es visto como una persona con características propias y únicas puede provocar celos en él. Los padres no perciben las diferencias que hay entre los hijos y se refieren a ellos en forma similar y general: !niños a acostarse!, !niños a comer!, !para la Navidad el mismo regalo para todos!.


CÓMO SE MANIFIESTAN

El niño puede imitar conductas del bebé: se hace pis en la cama, pide que le den de comer con biberón, que le pongan pañales… Otros pueden volver a hablar de una forma más infantil, a chuparse el dedo, a exigir que su madre le devuelva su chupete, e incluso su lugar en una sillita de paseo y que le dé de comer a la boca otra vez.

Llama continuamente la atención: tiene rabietas, pataletas, se pelea con otros niños, hace travesuras.

Muestra desprecio hacia el bebé e incluso intenta dañarle. Se vuelven más desobedientes, más rebeldes, y más agresivos al punto de llegar a morder y/o golpear a su nuevo hermanito, quitándole los juguetes u otros objetos, molestándole en cuanto tenga una oportunidad.

Deja de comer, empeora en los estudios, tiene pesadillas.

Otros se vuelven llorones, y se pegan a la falda de la madre en el intento de llamar su atención y de no perderla. Se sienten débiles, cómo si ya nadie se importase con ellos. Se reprimen y se vuelven profundamente tristes.

Se niegan a comer, a jugar con los amigos, se niegan a todo, tomando una actitud rencorosa con sus seres queridos como forma de reprocharles por haber centrado su atención y cariño en el otro hermano.





Son reacciones normales de la crisis que está atravesando. Y no hay mucho que hacer en estos casos. Ni alarmarse por lo que hacen, ni regañarles. Esta es su protesta y hay que comprenderla con paciencia y muchísimo cariño. Sólo se debe prestar atención a los celos cuando alteren la convivencia y sean persistentes.


PAUTAS PARA ACTUAR





Durante el embarazo


Es importante que informen a su hijo sobre lo que va a ocurrir. De esta manera se adaptará a los acontecimientos con mayor facilidad. Es un buen momento para que le cuenten que su madre estará más cansada, qué significa tener un nuevo hermano y sobre todo, que no se le va a dejar de querer porque llegue otro miembro a la familia. El niño les hará preguntas sobre el tema. Esto es algo positivo, ya que sabrán cuáles son sus sentimientos y preocupaciones, y podrán ayudarle a resolver sus dudas. Esto no quiere decir que deban hablar continuamente sobre el tema.





Su hijo se ha de sentir partícipe de lo que está sucediendo; para ello pueden pedirle su opinión a la hora de buscar un nombre, dejarle que sienta las primeras patadas en el vientre de su madre, pedirle ayuda para cuando nazca el bebé.

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Para que no se sienta de lado y lejos de su protagonismo, pida su opinión sobre la habitación del hermanito, sobre los colores, los juguetes que él le dejará, etc. Hay que explicarle que su hermano va a quererle mucho y que él podrá cuidarle y protegerle. Y que además le enseñará muchísimas cosas.


Es necesario, a partir del quinto o sexto mes de embarazo, cuando ya se ve la tripa grande, que tu hijo empiece a comunicarse con su hermano a través del ombligo de la mamá. Pídale que cante su música favorita a su hermanito o que le cuente un cuento antes de dormir.





Cuando mamá está en la maternidad





Le han de explicar que, aunque su madre va a permanecer unos días en el hospital, él va a estar bien atendido y no se le va a abandonar.

Siempre que sea posible, la madre, antes de irse, debe despedirse de su niño. Y pedirle que cuide bien de la casa durante el tiempo que esté ella en el hospital. Conviene asegurar que la persona que le va a cuidar venga a vuestra casa. El niño se sentirá más seguro. No se debe olvidar de explicar al niño los motivos de algunas ausencias, y compartir con él todo lo que esta pasando. Aunque esté en el hospital, llámale por teléfono para preguntar sobre sus actividades. El papel del padre, en estos momentos, debe ser aún más visible. Y cuando sea posible, que el niño vaya a visitar a su madre y a conocer a su hermanito en el hospital. Un detalle importante: si puedes, ;es bueno que lo recibas con un regalo en el hospital, y dile que fue su nuevo hermanito que le ha traído.





Regreso a casa


El momento de la vuelta a casa es el que exige más tacto. Demuestre alegría al volver y encontrar todos juntos otra vez. Demuestre interés y escucha todo lo que el mayor cuente sobre los días que estuvo sin la madre en casa. Hágale saber que ahora la familia será aún más feliz. El niño necesitará de la seguridad y la confianza de sus padres.

Otra cosa es avisar a las visitas para que le presten atención a él y no sólo al recién nacido.


Es importante que no se cambie la rutina del niño tras el nacimiento del hermano. No olvidarse de las costumbres que tenías antes del otro bebé. Si hay que hacer un cambio, se debe hacerlo antes de que nazca el otro bebé. No olvides de jugar con el mayor, de estar en la mesa a la hora de comer, cenar, de prepararle su merienda preferida, de permitirle que se acurruque en tus brazos. Busca que el momento que tenías solo con él no se altere. Por ejemplo, no te olvides del cuento a la hora de dormir,... esas cosas.; Otra cosa importante es planificar las actividades familiares y tener muy en cuenta aquello de "Todos para uno y uno para todos". Que la familia sea un trabajo de equipo.

Es importante reforzarle cuando mantenga una actitud positiva hacia el pequeño; esto potenciará que este comportamiento se repita.




El niño está adquiriendo un nuevo papel en su vida: hermano mayor. Haga que se sienta orgulloso y responsable de este nuevo "puesto" permitiéndole hacer cosas "de mayores" y que se adecuen al mismo tiempo a su edad (por ejemplo, le pueden dejar que coma en la mesa con los adultos, que se acueste un poco más tarde, ....).





Una de las mayores rabietas entre hermanos viene dada cuando el pequeño rompe algún juguete del mayor. Evite esta situación no permitiendo que el bebé coja los juguetes de su hermano, a no ser que éste mismo sea quien se los deje.






Corrección de los Celos

¿Cómo participan los abuelos y demás familiares?

Con la misma estrategia que los padres frente al tema de celos, reafirmará la estrategia y se conseguirá entre todos disminuir la intensidad de los mismos.

NORMAS GENERALES

1) Evitar comparar a lo hijos respecto a sus cualidades o aptitudes, ya que la comparación favorece los celos.





2) No hay que hacer lo mismo para todos, ya que siempre resulta injusto puesto que cada hijo tiene sus propias necesidades.





3) Elogiar las cualidades de cada hijo y animarle a que corrija sus dificultades sin compararlo con los otros.





4) Favorecer que cada uno de ellos realice las actividades que más le gustan, potenciando de esta forma los intereses de cada uno .Aunque lo más cómodo es que hagan las mismas cosas, forzar actividades va en detrimento de su libertad. Cuando los niños han sido capaces de realizar tareas juntos o de jugar amistosamente hay que reforzar estas actitudes gratificándoles.





5) Enseñar a los niños a discutir adecuadamente sus conflictos, escuchando al otro y buscando soluciones a sus problemas, será ideal para que disminuyan los celos y crezcan como personas.

Desaciertos


- Adelantar acontecimientos: cuando va a nacer el hermano uno le dice al niño: !qué rico, vas a tener un hermano para jugar a la pelota!. Pero nace el bebé y el niño ve que lo único que hace es comer dormir y llorar y que le quita a la mamá. Uno ilusiona al niño pero él se desilusiona y se enoja con la mamá y la bebé


- Pedirle al hermano mayor que ceda ante las exigencias de un hermano pequeño: !pásale el juguete porque él es más chico que tú, para qué lo haces llorar!. A uno se le olvida que ese niño sigue siendo niño por mucho que sea el mayor, por lo tanto, le va a costar compartir sus cosas porque pasan muchos años en esta etapa egocéntrica


- Decirle al niño que tiene que querer al otro porque es su hermano: el cariño y amor se da con el tiempo y en forma gradual. No hay que presionarlo a que quiera a su hermano


- Preguntarle al niño continuamente si quiere al hermano: hay que evitarlo porque también es una manera de presionarlo


- Hacer crecer a los niños de golpe porque llegó otro hermano: sacar los pañales de un día para otro, sacarle el chupete y dárselo a la bebé, quitarle la mamadera y darle la leche en vaso De la noche a la mañana estos niños crecieron. Esto se hace gradualmente y anticipándose a la llegada del hermano.

;- Sobre valorar la capacidad afectiva del niño para arreglárselas solo: !ahora haces las tareas sólo, ya eres grande y tú las puedes hacer!.


- Ridiculizar a uno de los hermanos: hay que ser cuidadoso con lo que se dice para no herir al niño. Si los niños se ridiculizan entre ellos lo hacen con un afán de mostrarse mejor que el otro, y los padres tienen que tratar de evitar esas situaciones tratando de hacer ver que cada uno tiene sus potencialidades


- Pedir al mayor que represente el papel de !modelo! para sus hermanos: por ser el mayor debe dar el ejemplo y a uno se le olvida que sigue siendo niño. Son los papás los que tienen que dar el ejemplo. Lo que sí pueden hacer los papás es mostrarle las ventajas que tiene el ser el mayor y qué beneficios tiene


- Demostrar preferencia por uno de los hijos por parecerse a uno cuando era niño: si el niño es bueno para la pelota, el papá dice !igual que yo cuando era niño!


- Darles todo lo que uno no tuvo durante la infancia


- Tolerar los comportamientos dañinos o destructivos


- Esperar la perfección de los hijos


- Comparar a un niño con otro es muy dañino. Cada niño tiene sus propias características y potencialidades


- Descartar o suprimir el resentimiento o el enojo del niño: hay que dejar que el niño exprese lo que siente

Aciertos

- No caer en las comparaciones ni en el favoritismo


- Incentivar objetivos separados: permite la diferenciación de los hijos y que ellos se planteen sus propios objetivos y que los cumplan


- Estar atento a lo que los niños dicen y no opacar cuando la expresión es negativa


- Buscar el momento oportuno para corregir y encauzar los sentimientos: cuando los niños expresan los sentimientos negativos que tienen hacia el hermano u otra persona hay que esperar el momento adecuado para conversar acerca de esos sentimientos y tomarse el tiempo necesario para hacerlo


- Enseñar modos de expresión: si el niño no tiene el vocabulario adecuado para hacerlo, ponerle uno las palabras exactas de lo que siente: !pena, rabia, vergüenza, etc.


- Darle medios de entretenimiento propios al hermano menor: el menor siempre quiere los juguetes del mayor pero hay que saber respetar los juegos para cada edad y el espacio del mayor


- Convencer a cada hijo que tiene un lugar muy especial en el corazón de sus padres: no sirve de nada decirle a los hijos !te quiero mucho!, !quiero estar contigo para siempre!, si uno no lo acompaña con obras.


- Si a un niño no se le conceden las mismas cosas que a otro mayor darle una explicación clara y a su nivel


- Hacer partícipes a los hijos del cuidado del hermanito: esto significa que colabore con llevar el pañal sucio al basurero, ayude a preparar la mamadera, y no que se encargue del hermano al estar los padres ausentes


- Explicar los beneficios de ser ya mayor y las desventajas de ser bebé: poder salir al supermercado, etc.


- Hacer que los hijos formen equipo


- Recordar juntos anécdotas


- Tomar a uno de los niños y convencerlo de prepararle una sorpresa al otro.


- Establecer reglas generales que se perciban como justas para todos y conversarlas: hora de comer, lavarse, acostarse, etc.


- Tener especial cuidado con las abuelas o nanas que ven a los hermanos mayores como víctimas: !desde que llegó el hermano, la mamá no tiene tiempo para él!. Eso confirma la sospecha que tiene el niño de que la mamá lo está dejando de lado


- Permitir que los niños mantengan objetos que sean exclusivamente de su uso personal: puede darle los juguetes que ya no usa a la bebé y los nuevos son de su uso exclusivo


- Decirles a los hijos que saben cómo se sienten: decirles que tienen pena, rabia, etc.


- Usar la alabanza o el elogio apropiadamente y seguido


- Seguir la regla !todos para uno y uno para todos!: si todos los hijos quieren el mismo juguete para la Navidad, dárselo a todos y no a uno sólo.


- Felicitar a los niños cuando juegan juntos


- Pasar con cada hijo el mayor tiempo posible: ellos miden la cantidad y calidad del tiempo que los padres están con ellos


- Actuar como moderadores en las posibles agresiones que surjan entre los hermanos


- Ayudarlos en hacerse responsables de resolver sus propios problemas


- Planificar y realizar actividades conjuntas con toda la familia


- Darle a cada niño alguna tarea específica en el hogar en la que se sientan cómodo.


CONCLUSIONES

- No podemos evitar los celos, sólo ayudar a que sean menos dolorosos y a no fomentarlos.


- Cada niño debe sentir que es especial para sus papás. Los celos disminuirán con el tiempo si el niño ve que tiene un lugar especial en el afecto de los padres, y que los hermanos lejos de ser una amenaza para su seguridad, llegarán a ser compañeros con quienes compartir, a quienes querer y también capaces de darles amor.


- Las relaciones entre los hermanos nos preparan para una adecuada participación en la sociedad: enseñan a respetar los sentimientos de los demás, a compartir, perdonar y confiar. Cuando los celos no son superados en la niñez, florecen cuando somos adultos.


- La clave está en fomentar en el niño una alta autoestima y auto confianza, que le ayuden a ser autosuficiente y le den una seguridad interna, con la cual nunca se sentirá inferior a sus hermanos.

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